REPORTAJE
África sigue siendo el hábitat de la censura. Las noticias que llegan a Occidente, manipuladas e incompletas, son frecuentemente transmitidas por periodistas dependientes y programados. Con Eritrea a la cabeza en nulidad de prensa, Cabo Verde muestra la cara más “libre” del continente.
El tercer continente en tamaño del mundo da la bienvenida al siglo XXI sin grandes mejoras en las condiciones sociales de los cincuenta y cuatro países africanos. Así, la zona que tradicionalmente ha estado más favorecida, el Magreb, se encuentra de nuevo en una situación difícil. Tras los sucesivos amagos que la libertad de expresión hizo por aparecer para quedarse durante 2011 como consecuencia de la Primavera Árabe, la situación parece no haber cambiado mucho con respecto a hace una década. Sin dictadores pero con nuevos gobiernos que esgrimen la cautela como chaleco antibalas de los proyectiles lanzados por una prensa que se creyó libre por un momento. Otro chaleco, el salvavidas de la verdad, ha arraigado en el norte de África en forma de blogs y redes sociales que han favorecido la libre circulación de fotografías, noticias y crónicas en aras de la libertad y los nuevos tiempos.
Antónimo de cualquier libertad parecen ser otras dos importantes zonas del continente: el cinturón de Sahel y el Cuerno de África. Ambos lugares son de los más inestables del planeta, tanto económica como socialmente. A esto hay que añadir la corrupción y la perpetuación de los líderes políticos, siempre con el beneplácito de los países occidentales, quienes además se encargan de explotar sus mayores reservas naturales. Todo esto genera los grandes periodos de sequía, sin apenas ayuda exterior, y la constante y eterna presencia del hambre y enfermedades como el sida.
Este reportaje se compone de tres partes distintas. En primer lugar, una de ellas, el Magreb, probablemente la más europea, por las relaciones políticas, económicas y comerciales que mantiene con el viejo continente, a pesar de las revueltas y revoluciones que sacudieron sus países en 2011.
Por otra parte, este reportaje toma como principal fuente el último informe anual de Reporteros Sin Fronteras acerca de la libertad de prensa. Atendiendo a él, se han escogido los dos países africanos contrapuestos, es decir, el que mejor lugar ocupa en la tabla, y el que peor. Eritrea es el Estado más hermético en cuanto a libertad de expresión en la prensa, siendo así el lugar donde más periodistas son procesados y donde más difícil se hace acceder a la información. Además, no es solo que ocupe el peor lugar en países africanos, sino que es el peor de toda la tabla, el peor país del mundo, incluso por detrás de Siria y Corea del Norte.
En la otra cara de la moneda se encuentra Cabo Verde, ostentando el noveno puesto, muy por encima de países europeos como Francia, España e incluso Alemania. Su pasado colonial con Portugal facilitó la creación de infraestructuras para poner en marcha distintos medios de comunicación, y desde el principio abogó por la libertad de prensa y el derecho a la información de sus ciudadanos.
Con este análisis se pretende dejar constancia de la situación en la zona que se cree más conocida, como es el Magreb, así como de los dos polos que según Reporteros sin Fronteras trabajan por una mayor libertad o, por el contrario, por mantener una férrea censura y evitar así el surgimiento de medios de comunicación, sobre todo privados.
Si quieres seguir leyendo, este es el reportaje completo:
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Autoras: Tania Lezcano, Alba Ferrera y Alba Roza
IMAGEN: Situación de la libertad de prensa según el informe anual de Reporteros Sin Fronteras. RSF