La ciudadanía europea asiste atónita a la agonía de una Unión que ya no sabe el lugar que ocupa en el mundo, que recibe burlas constantemente y es incluso ignorada por agentes externos.
La ciudadanía europea asiste atónita a la agonía de una Unión que ya no sabe el lugar que ocupa en el mundo, que recibe burlas constantemente y es incluso ignorada por agentes externos.