Locura e ilusión

Soñando con locuras que parecen ciertas y no lo son, pero quizá deberían serlo; ocupando lugares recónditos de mi corazón te hallas; obligando a mi alma a abandonar la razón; sabiendo que no estoy loca, mas será mi futuro si continúas ahí; razonando cosas que no se pueden razonar, pero intentando encontrar una razón a cualquier cosa, aunque sepa que no la tiene, que existe por existir y que nada la impulsa; recordando cada minuto todos esos minutos, aquellos minutos… Rebuscando entre mi alma un trocito de esperanza con el que salir adelante, pero te llevaste toda, aunque confío en encontrar algún rincón en que no estés tú, en que tu imagen no sea la dueña. Pero todo es imposible, no hay más, la suerte está echada; la locura, asumida; el amor, olvidado.

Nada tiene sentido cuando sé que lo tiene; “nada” es mi referencia para unirme a la soledad, a la locura y la desesperación. Pero no. Mi nuevo ser despierta y renace en mí una ilusión por infringir las normas, por crear las mías propias, por saber lo que está bien o mal con el corazón como único guía, por saber que te tengo aunque no te tenga, por salir corriendo quedándome quieta, por querer ser YO y sólo YO.

Porque somos una única persona aunque seamos tantos, porque la vida no es más que una ilusión por experimentar cosas nuevas, porque el amor no existe; es sólo parte de esa vida, una pequeña ilusión que se desvía de la grande, sin más significado que una locura cuerda loca por ser amada.

Porque el azul del cielo no es cierto, es sólo una ilusión. Porque el verde de la hierba no es así, es sólo una ilusión. Porque el cantar de los pajarillos no existe, es sólo una ilusión. Porque la luz que sale de tu mirada hace que todo sea una ilusión. Porque es esa luz lo único cierto, o quizá es lo único cierto que mi corazón quiere ver, aunque esté ciego. Ciego por desearte y no poder lograrlo; ciego por sentirte cada noche a su lado, arropándolo entre las suaves sábanas de una cama intangible, sólo visible a quien la alimenta con amor verdadero, amor de corazón, sin mentiras, sin abusos. No es tu caso. Esa cama se aleja de tu alcance, huye de tu alma, de tus mentiras y falsedades. Esa cama viene a mí; en ella duermo cada noche, arropada por un espíritu invisible, alguien que también la ve, alguien que también la siente cuando está conmigo, mas yo imagino que eres tú, a pesar de que no puedas jamás sentirla, por ser incapaz de sentir verdaderos sentimientos, por tener miedo de avanzar, por temer a la evolución, por eso…

La locura se ha estancado en mi alma. Está callada. No dice nada. Le pregunto dónde estás, y responde que no sabe, pero crece cuanto menos sé de ti, se vuelve aún más loca, se pierde entre los recuerdos y no sabe salir. Le digo que no se preocupe, que hay que seguir adelante, y entonces me dice que no me abandonará nunca, que está buscando la locura que le corresponde… y es la tuya.

Dos almas locas vagando por un mundo de cuerdos. O quizá dos almas cuerdas deambulando por un mundo de locos. ¡Qué más da! Las dos almas no lo saben, pero se unen para aunar a las locuras, para que se acaricien, para que duerman juntas bajo el calor de una misma sábana transparente, para que juntas se tornen cuerdas, para que todo termine, para que mi locura me abandone y pueda seguir sin ti.